Cuentos negros de Cuba
«En aquella época (de horas largas y poca prisa), el gato, el perro y el ratón eran inseparables. Los mejores compadres de Cuba solían reunirse en el traspatio de una gran casa de la Alameda, en cuyos vidrios de colores, todavía no hace mucho, venían a morir los reflejos del mar». La carta de libertad | Cuentos negros de Cuba .